Entrevista a Maria Castillo, la nueva presidenta de la Federación Provincial de Comercio
María Castillo, la nueva presidenta de la Federación Provincial de Comercio, es comerciante por vocación. En realidad, casi por devoción, teniendo en cuenta que hace treinta años abandonó su profesión como docente para dedicarse en cuerpo y alma a las flores, su gran pasión, y el comercio. Desde el pasado viernes 23, Castillo, jiennense de nacimiento y granadina de adopción, ha tomado las riendas de la Federación, de la que durante años formó parte como miembro de la Junta Directiva del ex presidente, Enrique Oviedo.
¿Qué objetivos se ha marcado para los próximos cuatro años?
Nuestro objetivo principal es impulsar todo lo que se pueda el papel de la Federación Provincial de Comercio para que podamos prestarle los máximos servicios a los asociados y que sea representativa en las instituciones y donde corresponda, como en otras organizaciones empresariales. Quiero la continuidad de la representatividad que hemos tenido en los últimos años e impulsar todo lo que podamos el comercio, porque básicamente vivimos de él. Para la Federación es muy importante que el comerciante se sienta respaldado, que no esté solo. También queremos fomentar el asociacionismo, porque sin las asociaciones las administraciones no nos escuchan.
¿Cree que ha faltado algo de eso en la etapa anterior?
Siempre faltan y sobran cosas… En la larga etapa que la Federación lleva trabajando se ha fomentado mucho el asociacionismo, se ha hecho un buen trabajo. Pero en los últimos años nos hemos encontrado con una época de crisis que no nos esperábamos, y tanto los asociados como la organización en sí están sufriendo la merma de los ingresos con los que colaboraban las administraciones. Quizá por eso haya habido un pequeño parón de actividad. Espero que salgamos adelante a partir de ahora y que nos ayuden un poquito más para que no nos cueste tanto trabajo pagar las cuotas a las asociaciones, porque los asociados lo estamos pasando muy mal. En esas circunstancias hemos procurado dar el mejor servicio, pero la falta de ingresos ha hecho que las actuaciones, que se han hecho muchas con mucho esfuerzo, hayan mermado.
El día de su elección alabó públicamente la labor de su predecesor, Enrique Oviedo, durante los últimos 20 años…
Ha dado el callo hasta el último día; ha luchado muchísimo por la asociación y ha hecho una labor estupenda durante muchísimos años. Ya me gustaría a mí que mi gestión fuera similar o mejor. Le felicito por su labor durante tantísimos años.
Pero a su juicio había llegado el momento del cambio…
Sí, eso es verdad. Había llegado el momento. Todo tiene su límite y teníamos que darle una cara nueva a la Federación. Había una necesidad de cambio. El cambio es necesario, como en todo.
¿Qué destacaría de su equipo?
Que es gente muy trabajadora. Para formar este equipo me lo pensé muy poco tiempo, porque tampoco me lo había planteado con tiempo. El día en el que se convocaron las elecciones, cuando llegué a mi tienda empezaron a llamarme amigos comerciantes y me animaron tanto que me decidí. Me he rodeado de personas de Granada y de los pueblos, de personas muy trabajadoras como son Antonio Campos, José Manuel Gómez y Pedro Moreno. Por mi parte, siempre he aportado lo mejor de mí misma sin ningún de tipo de interés más que el del comercio. Voy a seguir dedicándome a mi tienda pero no me voy a cansar de trabajar por el comercio de la provincia.
Enrique Oviedo asegura que se sorprendió al encontrarse una candidatura alternativa…
Él se sorprendió y yo también. Cuando el lunes salí de la Junta Directiva me estaba despidiendo de mi cargo, pero cuando me empezó a llamar la gente me dije que por qué no, que era mi oportunidad. En ningún momento he querido hacer daño. Lo tuve que hacer un poco rápido porque no tenía tiempo. Es verdad que Enrique, cuando ya se supo que me iba a presentar, me llamó y me ofreció ir en su candidatura, pero le dije que quería iniciar una andadura por mi cuenta.
¿Qué necesita el comercio de Granada para salir adelante? Porque han sido unos años muy difíciles…
Y siguen siéndolo. Esperemos que sea real el repunte de la economía y podamos recuperar lo perdido, que ha sido mucho. Han cerrado muchísimos comercios, mucha gente se ha ido al paro y hay familias que lo están pasándolo muy mal. Lo estamos pasando mal incluso los que mantenemos las tiendas como podemos, así que imagina. El comercio de Granada necesita, y lo estamos haciendo, promocionarse. Necesita que lo ayuden las instituciones, que lo han hecho y lo siguen haciendo pero con menos medios, y necesitan promoción. En estos años la Federación se ha ocupado mucho de la formación, que es otro gran logro que hemos tenido, pero aun así pienso que falta, al igual que ponerse al día con las redes sociales y las nuevas tecnologías. También necesitamos que se terminen las infraestructuras, facilitar el acceso al centro, a los barrios y a las comarcas. En Granada hay un comercio muy bueno, con un trato muy personalizado y gente muy preparada. Pero necesitan impulso, un poquito de ayuda.
¿Cómo puede luchar el comercio tradicional contra las grandes cadenas y franquicias?
Nuestros comerciantes son muy cercanos a los clientes, esa es la gran diferencia con las grandes franquicias. Somos cercanos y sobre todo ofrecemos calidad. El pequeño comercio no puede perder de vista nunca ofrecer lo mejor que haya, aunque sea un euro más caro. Tenemos que seguir siendo referentes en calidad y en atención al público, en desvivirnos por nuestros clientes. Eso puede ayudarnos mucho y de hecho ya lo está haciendo. Si el comercio se está manteniendo es porque hay buenos profesionales detrás de los mostradores.
El fin de la renta antigua también se lo ha puesto fácil a las cadenas…
En algunos casos se ha podido llegar a un acuerdo y la situación ha sido menos dramática, pero en otros no se ha podido y ante eso no podemos hacer mucho. Las grandes franquicias son los grandes enemigos del comercio tradicional.
¿Hace falta educar a los consumidores para que elijan el pequeño comercio?
Desde la Federación se ha hecho, pero hay que volver a insistir en hacerle ver al consumidor que lo más cercano que tiene es lo mejor que puede consumir con todas las garantías. Los propios comerciantes tenemos que hacer esa labor día a día con nuestros clientes, tratándolos tal y como se merecen. Tenemos que educar al consumidor para que sepa que lo que más cercano tiene es lo mejor.
Fuente: nuevastecnologias.net