Emprender en España tiene cierto mérito. Un emprendedor en nuestro país es una mezcla de un iluso, un Don Quijote surrealista, y un loco moderno, que siente que va en contra de la corriente general de la sociedad que le rodea y que muchas veces consigue confundirle para desistir en su épica batalla.
(Ibercampus.es)