Cientificos granadinos han decubierto y patentado un nuevo biomaterial. Este proyecto tecnológico y científico consiste en un soporte de tela de carbón activado, que generara tejido óseo, o ‘huesos artificiales’, a partir de células madre que proceden del cordón umbilical. Este método aún no se ha puesto en marcha en modelos de investigación ‘in vivo’, y por ahora se limita a pruebas en el laboratorio, aunque a partir de septiembre va a comenzar a aplicarse en pequeños animales, tales como conejos, ratas o ratones, para constatar la aplicación práctica de este hallazgo, el cual es una gran novedad en lo que respectivo al uso de la tela de carbón para la diferenciación de células, dando origen a un producto capaz de incentivar el crecimiento del hueso.
Este tipo de material, que consiste en una tela de carbón activado sobre la que se soportan y se diferencian las células dando origen a un producto con capacidad de generar el crecimiento del hueso, se presentó como un gran paso para conseguir intervenciones de gran importancia. Queda mucho por avanzar, pero es una noticia con gran repercusión.
Este descubrimiento por parte de los cientificos aún no se ha aplicado en modelos de investigación «in vivo», los resultados conseguidos en el laboratorio son alagadores y en un futuro no muy lejano podrían ser útiles para producir medicamentos con el objetivo de reparar lesiones óseas u osteocondrales, tumorales o traumáticas y a la sustitución del cartílago en aquellas extremidades óseas que lo hayan perdido.
Después de conseguir el hueso artificial en el laboratorio, el próximo paso que los cientificos-investigadores tienen previsto dar es aplicar este biomaterial en sujetos animales, como ratas o conejos, para así comprobar si es capaz de regenerarse el hueso en ellos. Uno de los métodos cientificos será provocando la fractura y viendo cómo evolucionan. Las pruebas tienen previstas iniciarse en el mes de septiembre y participarán dos traumatólogos.
Estos cientificos, que pertenecen al Centro de Investigación Biomédica y a las Facultades de Ciencias de las Universidades de Granada y Jaén, y al Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra (CSIC), han sido los primeros cientificos que han logrado este importante avance tras años de estudio e investigación en el ámbito de la biología celular, la radiobiología y el estudio de los materiales. Esta andadura comenzó en 2008. José Mariano Ruiz de Almodóvar, director del Centro de Investigación Biomédica de la Universidad de Granada, fue el encargado de explicar este avance en el Parque Tecnológico de la Salud (PTS).
Si los resultados son favorables, en el futuro este nuevo biomaterial podrá servir para producir medicamentos para la reparación de lesiones óseas u osteocondrales, tumorales o traumáticas y a la sustitución del cartílago en aquellas extremidades óseas que lo hayan perdido.
El motivo por el que estos cientificos-especialistas escogieron el carbón activado como medio de experimento es que este tipo de material tiene una “superficie específica”, esto quiere decir que no es real, es de “2.000 metros cuadrados por gramo”, de esta forma permite el “anclaje de infinito número de células”, y sus propiedades mecánicas consiguen que se genere una diferenciación “sin añadir factores extraños”.
En la actualidad no existen productos similares en el mercado, ni tampoco que se hallan descrito en la bibliografía científica. Lo que sí es cierto es que existían antecedentes del desarrollo de materiales que cumplen la función de estimular la diferenciación celular, pero nunca antes se había logrado generar “ex vivo” un material biológicamente complejo y semejante al tejido óseo. En esta diferenciación celular, “nunca se han visto cristales de carbonato de calcio y magnesio –una piedra llamada dolomita–”, ha comentado Ruiz de Almodóvar.
A partir del mes de septiembre, estos cientificos han logrado el apoyo y colaboración de dos expertos en traumatología para experimentar con animales, a los cuales se les provocarán “pequeñas lesiones” para comprobar que la materia previamente cultivada puede conseguir que esa lesión sea reparada, lo que podría llevar a su aplicación práctica en personas. Para ello, Ruiz Almodóvar ha hecho hincapié en que necesitarán apoyo financiero, y en referencia a esto han pedido ayudas a la Junta de Andalucía, al CIS o a la Fundación Eugenio Rodríguez Pascual.
Este gran avance para los científicos ha sido patentado a través de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la UGR, según ha explicado el vicerrector del Parque Tecnológico de la Salud de Granada, Ignacio Molina Pineda de las Infantas, que ha apostado por aumentar el número de registros de propiedad intelectual entre la comunidad científica, teniendo en cuenta que el país se encuentra en el puesto número 27 del ranking en este ámbito, entre Eslovenia y Hungría.
La UGR logró en 2012 un total de 26 patentes, que le ha supuesto a la institución académica, ingresos, aunque “modestos”. La universidad granadina se encuentra en el sexto lugar de España en lo que a patentes se refiere, y en el segundo de Andalucía, levemente por detrás de la de Sevilla.