Tras pasar 10 días en San Francisco y sus alrededores, una de las mayores concentraciones de talento y negocios incipientes del planeta, he aprendido varias lecciones que espero poner muy pronto en práctica. Seguramente no haga falta irse tan lejos para poder aprenderlas, pero sí que es necesario encontrarse en ese entorno para entender su alcance y por qué allí funcionan cosas que aquí parecen contrarias a nuestra cultura.
Seguir leyendo
(El blog de Luis Gosálbez)