Investigadores de Granada potencian la utilización de esa hormona natural, que ya se aplica de manera experimental a pacientes del Virgen de las Nieves
Granada es una ciudad donde la investigación, en especial la biomédica, fluye en distintos organismos repartidos por sus hospitales, en el Parque Tecnológico de la Salud o en la Universidad. Pero no todas las patentes que se generan se transfieren de manera correcta a la sociedad y ese handicap es uno de los caballos de batalla de los gestores científicos. El Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (IBS) –una nueva red en la que se unieron recursos ya existentes– nació hace dos años con la consigna de divulgar con éxito e implantar sus dispositivos médicos, sus tecnologías de la información, kits de diagnóstico y terapias farmacológicas allá donde fueran beneficiosos.
«Tenemos una nueva fórmula patentada de melatonina inyectable –hormona que se encuentra en forma natural en el cuerpo–, que se está probando ya para las infecciones de adultos en el Virgen de las Nieves y se empleará también en neonatos aquí en el Clínico. La novedad es que hasta ahora se tomaba de manera oral. La melatonina es antiinflamatoria y la patente la tenemos protegida tanto para sepsis de adultos, como para neonatos y para afecciones cardiacas», explicaron los responsables del IBS.
Los mismos avanzaron que están a punto de obtener licencias para kits de diagnóstico de cáncer de páncreas y de pulmón. Esos utensilios determinan la respuesta del paciente ante la quimioterapia. «También estamos culminando el proyecto de daño renal. Mediante una simple muestra de orina, con una técnica no invasiva, se sabe si el paciente tiene alguna afectación en los riñones », abundó Pablo Álvarez Aránega, responsable de Transferencia.
Nicolás Olea, director del IBS, explicó que la entidad está a la espera de adscribirse al Instituto Carlos III, de prestigio nacional. Mientras se formaliza ese trámite, ya hay una red de 57 grupos con 856 profesionales trabajando en distintos proyectos científicos en la capital, especialmente en los hospitales. «El objetivo es permitir el intercambio y la conexión entre estos miembros para trasladar sus resultados básicos, clínicos y prácticos fuera de nuestras fronteras. Queremos que los logros de la investigación no se queden en un impacto bibliométrico, sino que se traduzcan en políticas de prevención, diagnóstico y cura de enfermedades comunes y frecuentes, desde cáncer a patologías hepáticas, infecciosas, temas endocrinos como la diabetes…», apostilló el director del organismo.
Precisamente el pasado martes 14 de octubre, el hospital San Cecilio acogió un foro organizado por el IBS en el que distintos grupos de investigación y nueve compañías, como la granadina Fundación Medina, interactuaron con el fin de impulsar la transferencia tecnológica en el ámbito biosanitario, acercando la investigación pública y el sector empresarial.
El foro de transferencia ‘Biotransfer’ se celebró así como iniciativa de los hospitales «para impulsar el conocimiento y generar empleo y riqueza en Granada». La próxima semana se llevará a cabo otra reunión entre investigadores y empresas con objetivos complementarios para avanzar en la firma de nuevos convenios de colaboración que fortalezcan la cadena de valor del conocimiento. «Queremos convertir la ciencia generada en el IBS en nuevos productos y servicios que redunden en los pacientes y en la ciudadanía», adujo Olea.
Las áreas científicas que acoge el organismo son cáncer, enfermedades hepáticas, digestivas e infecciosas; endocrinas y metabólicas; de grandes aparatos y sistemas y terapias avanzadas y nuevas tecnologías biomédicas.